Todos recordamos las clásicas fotos para el curriculum y otros documentos donde nuestros padres o abuelos aparecían serios y con un porte militar. Lo curioso de esto era que quizá ellos no eran así, pero debían aparentarlo. La razón era que antes para las empresas eso demostraba profesionalismo, madurez o simplemente no significaba nada. Pero todos aparecían así en las fotos y que más daba.
La realidad hoy es otra, no importa a que te dediques si eres emprendedor, empresario o un profesional titulado. La imagen que transmites al público que te dirijas es muy importante. No se puede tomar a la ligera usando cualquier foto casera que encuentres por ahí, porque eso no es profesional.
Esto aplica a todos los sectores, sin importar a que te dediques. Por ejemplo, si eres un profesional con una carrera bien llevada y la experiencia necesaria para aspirar a cualquier trabajo, debes preocuparte mucho por estar en LinkedIn o Aptitus, ya que son los portales en donde buscan a los profesionales. Pero sabes que no eres el único y la imagen que demuestres a través de una foto puede ser opacada por otros que si cuidaron cada detalle en su marketing personal.
Una buena sesión de fotos es una inversión que puede hacerse una sola vez y el provecho que le puedes sacar no tiene precio. No dudes en mostrar lo mejor de ti, asesórate, busca un buen estudio y sonríe mucho que cosas increíbles están por llegar.